sábado, 4 de septiembre de 2010

Poemario - La Vida Verde - A Gea




A Gea

Sobre ti la te mi corazón
como un sonido de pájaro cansado
de repetir las notas
en la madrugada,
pero mi corazón no tiene alas para
volarte
y recorrer tus mares,
posarme en tus árboles.

Mi corazón se cree invencible
respirando su aliento posado sobre tu barriga,
tu enorme vientre
que se abre y se alborota
cuando nuestros corazones
laceran
 tu figura


Mi corazón no sabe
que tu corazón late
y nos sujeta
con su amor gravitacional
para no dejarnos caer al vacío,
en la nada
del abismo acelerado,
porque nuestro amor es liviano
como el desamor

Mi corazón, frágil pájaro sin alas,
cree que su amor a las cosas
sujeta las cosas mismas,
pero las cosas se escapan y se pudren
y mueren y se confunden contigo
en tu vientre, en tu ojo, en tu cabeza. 
Un día, Gea
cuando mi corazón conozca
de tu corazón sonoro,
cuando mi corazón sepa
que mi existencia es tu existencia,
habitaré mi vida
con tu suelo,
abriré mis sentidos
como la espuma
que se viste de algodón
para recibir a tu orilla.
Un día Gea,
cuando comprenda que
soy un brazo tuyo,
un ojo,
un simple atómo que respira,
un día, Gea,
tan solo un día,
podré ver todo,
podré oir todo,
podré sentir todo,
podré nombrar todo.

 
Un día Gea, tan sólo un día,
tendré corazón con alas,
brazos de ramas,
piernas de raíces,
ojos de montañas,
cuerpo de tierra
y conciencia de mar

Tan sólo te pido un día,
Madre de la Tierra,
Isis de las flores,
Ishtar de la luz,
Wicca de los mundos,
paridora de los siglos,
Gea de tierra y agua,
dueña de todos los elementos,
en nombre de toda tu tierra,
por tus montes y tus llanos,
por tu aire y tus ríos,
por tus bosques y tus mares,
por tu corazón que late,
por el fuego que se enciende.
Dame un día, Gea,
un día
para fundirme
en tu redondo cuerpo habitado por mi.



Poemario - La vida verde





miércoles, 1 de septiembre de 2010

La Vida Verde - Manifiesto Poético para la Supervivencia Humana

Yo me confieso culpable
de todos los verdes
de este planeta,
del plátano verde,
del guineo verde,
del rayo verde
que inunda mi ser
y mi conciencia.
Yo confieso
que antes del verde
fue el rojo y el negro,
pero el verde extrajo de mí la nostalgia,
dulcificó la forma mía
de mirar las cosas
e hizo redonda
mi forma de palpar la vida,
mi mirada
verdificó la ausencia de luz,
por eso yo,
frente a todos ustedes
me confieso culpable
de ser verde
y de verdificar
con mi voz
y mi pintura
toda la vida verde
del planeta


EL ALFABETO DE HOJALATA - Cuenta la real y heroica historia de cómo se organizaron las Letras de Hojalata cuando comenzaron a talar el bosque donde vivían

El Alfabeto de Hojalata

Latino Book Award otorga Galardón a Dalia Nieves Albert

El reconocimiento otorgado a la autora es por su obra El Alfabeto de Hojalatas, publicada por Ediciones Puerto (San Juan, Puerto Rico, 2006), la cual obtuvo el segundo premio de la categoría Mejor Libro Educacional Infantil (español o bilingüe). El libro está completamente ilustrado a color con imágenes realizadas por la artista visual Tatiana Boada Santacoloma, a través de las cuales se exalta la naturaleza en asociación con los versos de Nieves Albert.

La laureada poeta, en esta obra, nos ofrece una defensa lírica de la agobiada naturaleza que en Puerto Rico cada vez pierde más espacio “en el afán desmedido de construir edificios y carreteras que se convierten en un asfixiante paisaje”, por lo que ha expresado: “Hay que introducir a nuestros niños y, a través de ellos a los adultos, sobre la necesidad de que se preserve la naturaleza en una isla como la nuestra, que se encuentra en permanente estado de depredación por el desmedido afán de lucro sin tener en cuenta al colectivo”. Indicó la poeta que con la publicación de El Alfabeto de Hojalata hace su incursión a la literatura infantil y juvenil.

2006
Agradecimiento

Un especial agradecimiento a mis dos grandes amigas Rochie Esther Pagán Rivera y Milagros Rivera Lorenzi. A Rochie, educadora y amiga de la infancia, agradezco sus sabios consejos en materia didáctica.  A Milagros, profesora y especialista en mi obra, agradezco su entusiasmo y valiosas aportaciones.  Deseo reconocer la aportación de mi querida madre, Antonia Albert Villegas, quien contribuyó con el verso de la letra eme. A Tatiana por sus maravillosas ilustraciones y a Yeimi por llevarlas al diseño y diagramación en forma tan  esplendorosa.  Un especial reconocimiento a mi editor y rapidísimo esposo, José Carvajal, porque sólo un alma de niño es capaz de hacer posible un libro como este.  Gracias por esta bella edición.



Duendecillo del bosque
está muy preocupado
derrama muchas lágrimas
por su bosque amenazado


Asustadas las letras de Hojalata
corrieron en busca de la A
pues esta era la líder
de todas las demás




Lagartijas y lagartos
tenemos que socorrer
para que en la mañana
no vayan a desaparecer




Iguanas, iguanas
también tenemos por aquí
luchemos por nuestro bosque
y por el hermoso colibrí




¡Ustedes no saben cuál fue
el reguero de letras que se armó
hasta que la A
a todas organizó!


Luego vinieron las hadas
  
los duendes también se alzaron 
Frente a las máquinas

todos se pararon







viernes, 27 de agosto de 2010

Rechazo a quienes construyen poemas con un clavo y un martillo y olvidan la cruz donde pudieron escribir”. Dalia Nieves Albert - Poemario Parte IX

Vamos a Subir la Voz para Morir Mariposas
Pueblo
aquí viene tu voz
batallando
contra un
grupo de adeptos
a la razón
de ser
estar
fue
¿por qué mariposa muerta
sale mi palabra?
pueblo
he batallado
a voz diaria
contra los que dijeron
que mi voz era plana
que no había
escondrijos
donde meterse
el poeta
y seguí
seguí transparentando
la palabra
envolviendo
el lenguaje
duro de la jornada
y atropellando mi canto
remojaron
mis versos de amor
en agua mamelis
y dijeron
que mi canto fue un rosal
tu voz pueblo
la mi voz
la resecaron al sol
la guindaron
con mariposas
y escondieron
tu palabra escrita,
pero nuestro verso
no está impreso
con los hacedores
de las palabras
con los oscurantistas
del verbo
si los he visto pararse,
asomarse
con carácter deprimente
al designio de mi gente,
los he visto rebuscar
en cadapie de mi palabra
el verbo de la lucha
más aún,
los he visto
como se quedaron
en la calle
 sin poder traducir
la irreductible
estrechez
de la pobreza
sin poder construir rosales
porque subió la voz
y el silencio
calló sobre sus manos.
Pero nosotros
-vamos a subir la voz
para morir mariposas-
para permanecer
subsistidos
alambrando calles
con la palabra
que se olviden
de nuestro nombre
si en cada paso
estaremos repetidos
y no podrán
más aún
cuando nos mueran
tapiar las calles,
cubrir las aceras,
no podrá nadie reducir
los pasos firmes
del caminante
porque estallará
en nuestra voz
la casa del habitante pobre
correrá
en nuestra palabra
el tubo mágico del pueblo
y caerán
esas Aes mayúsculas
de techo de zinc de la pobreza

¡vamos a subir la voz
para morir mariposas!
Dalia